lunes, 17 de agosto de 2020

Privilegio de la luz

Ahora que soy mayor y que mi vista se debilita me detengo a contemplar la belleza de cuanto me rodea: la transparencia del aire, el goce de las texturas: los mensajes en las nubes, la perfección del color. Lo que antes vi cobra ahora una nueva dimensión: el privilegio de la luz que mis ojos beben con avidez, lo que antes fue una mera escenografía ahora es la obra en si misma, objetos vivos e inanimados me cuentan historias impresas en el tiempo, en su efímera eternidad. Yo, que ahora tengo que usar lentes para escribir esto ya que sin ellos el mapa de mis manos se vuelve un reino extraviado.Yo que tanto he visto y que tanto anhelo poder ver, yo que uso gafas oscuras para velar mi timidez...añoro la luz, maravilla oculta a tantos ojos cegados por el hastío, por la enfermedad de la premura y una realidad ausente de magia, de brillo. Yo, desde este encierro, desde esta amable y dolorosa casa que es mi cuerpo, registro fotografías de la brevedad, de lo hermoso, frágil, decadente, insólito, perpetuo, oscuro y luminoso planeta de mi corazón, Ahora que mis ojos contemplan cansados el gravitar del día, la traslación de las horas, la hermosa faz de la luna y el rostro sabio del sol...bendigo la luz, comparto la luz, agradezco la luz...